dissabte, 24 de desembre del 2011

17/03/2011 antes de saber que sería malagueña


17/03/2011
Mis dedos estan frios pero entre mis sábanas de marzo se empieza a asomar la primavera. Ya no siento ese miedo que sentía en enero, ahora, entre las flores y los cantires de los pájaros, siento una libertad que se cala entre mis huesos.
Hoy me siento una mujer de viernes aun siendo jueves. Me he vestido de rojo y me he pintado los labios de color carmesí. Encima de mis hombros, reposa el mejor de mis collares y esta noche mis ojos tienen un brillo de color diamante. Me siento muy viva pero a pesar de todo, muy débil. Hace tiempo que espero un sí, un nombre, una ciudad... una nueva vida. Espero desesperadamente y me pesan los minutos de este hoy. Al fin, mañana, nacerá ese dia que puede que sea un nuevo capítulo de mi vida y siento miedo. Me importa demasiado ser quien quiero ser y para recorrer ese camino mañana necesito mi premio. Mi sí.
Nunca comprendí la gente que rememora sus propios recuerdos. Cuando decidí ser grande, empezé a vivir mi vida a mi gusto y renuncie al pasado por el futuro. Me he ido ganando mi dia a dia para no poder reprocharme ninguno de los momentos de mi vida. Y aquí estoy, escriviéndome de pies a cabeza para poder juntar las piezas del puzzle de mi sentir. Mucha gente me ha criticado por ser demasiado mia. Quizá entre mi maleta sólo voy a guardar recuerdos y sensaciones de mi misma. Quizá me recuerde mucho, me quiera mucho y me arrepienta poco de eso. Yo soy asi, muy Marta. Y hoy, junto a esa despampanante y altiva luna llena que me sonríe a medias, espero que pronto empieze mi viage, mis vacaciones de mi misma, mi libertad. Mi vida.

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